Hoy me estoy enamorando de mi misma. No digo que no lo haya estado antes, pero precisamente en este instante santo me siento arropada por mí misma, me siento amada, cobijada, cubierta en sentidos que hacía mucho no experimentaba.
Hoy me siento plena y dichosa del lugar en el que me encuentro. No me siento comprometida con el trabajo, me siento UNO con él. La divinidad que todo lo llena, ha tocado a mi alma y me ha permitido dar gracias por todo lo que observo desde mi ventana. El frío del cuerpo que se calma con el calor de un buen café. Toda manifestación de amor se nota perfecta.
Hoy me redescubro en alguien que ya no era. Y soy de nuevo la historia del final feliz. Cada minuto es el eterno aqui, donde surgen las ideas, donde brotan las respuestas.
Aunque extraño, se ha ido el miedo. Y su lugar se ha poblado de juegos y risas, de chocolates y gomitas. De nuevo niña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario